Nos encantan como merienda o aperitivo tal cual o para añadir a ensaladas o purés, también a platos de pasta, cous cous, arroz, pizzas, pan, bizcochos… la imaginación hará el resto. Garrapiñadas están para dar volteretas.
Las pipas de calabaza tienen muy interesantes propiedades, siendo ricas en vitaminas y minerales como la vitamina E, ácido linoleico, zinc y hierro. Lo más interesante es su contenido en cucurbitacina, un principio activo de tipo alcaloideo, sustancia a la que se deben propiedades antiprostáticas y vermífugas ayudando a eliminar parásitos intestinales.
También tienen efecto antiinflamatorio, son beneficiosas contra la osteoporosis y contienen el aminoácido triptófano que favorece el sueño y es un antidepresivo natural.